26 de diciembre de 2007

Navidad...3

Mientras percibas el cuerpo como lo que constituye tu realidad, te percibiras a ti mismo como un ser solitario y desposeído.
Y te percibiras también como una víctima del sacrificio, y creerás que está justificado sacrificar a otros.
Pues, ¿quien podía rechazar al Cielo y a su Creador sin experimentar una sensación de sacrificio y de perdida?
¿Y quien podría ser objeto de sacrificios y perdidas sin tratar de rehacerse a si mismo?
No obstante, ¿como ibas a poder hacer esto por tu cuenta, cuando la base de tus intentos es que crees en la realidad de la privación?
Sentirse privado de algo engendra ataque, al ser la creencia de que el ataque esta justificado.
Y mientras prefieras conservar la privación, el ataque se vuelve salvación y el sacrificio amor.

Y así resulta que, en tu búsqueda de amor, vas en busca de sacrificio y lo encuentras.
Mas no encuentras amor.
Es imposible negar lo que es el amor y al mismo tiempo reconocerlo.
El significado del amor reside en aquello de lo que te desprendiste, lo cual no tiene significado aparte de ti.
Lo que prefieres conservar es lo que no tiene significado, mientras lo que quieres mantener alejado de ti encierra todo el significado del universo y lo conserva intacto dentro de su propio significado.
Si el universo no estuviese unido en ti, estaría separado de Dios, y estar sin Él es carecer de significado.

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