26 de octubre de 2012

Dondequiera que estés...


Dondequiera que estés,
te gustará saber
que por flaca que fuese la vereda
no malvendí tu pañuelo de seda
por un trozo de pan
y que jamás,
por más cansado que
estuviese, abandoné
tu recuerdo a la orilla del camino
y por fría que fuera mi noche triste,
no eché al fuego ni uno solo
de los besos que me diste.

Por ti,
por ti brilló mi sol un día
y cuando pienso en ti brilla de nuevo
sin que lo empañe la melancolía
de los fugaces amores eternos.

Dondequiera que estés
te gustará saber
que te pude olvidar y no he querido,
y por fría que sea mi noche triste
no echo al fuego ni uno solo
de los besos que me diste.

Dondequiera que estés...
si te acuerdas de mí.


J. M. Serrat

Comienzo una nueva etapa


Llevó mucho tiempo sin acercarme al blog, y quiero agradecer a las personas que me visitan y lo siguen su interés y perseverancia AN´ANASHA.

Estos últimos años han sido bastante complicados para mi, siempre nos llegan pruebas o retos que hay que superar, mi último reto ha sido la enfermedad y fallecimiento de mi pareja, en un plazo de dos meses.

Nunca habíamos vivido tan intensamente cada minuto del día ni habíamos estado tan unidos, ni fuimos tan conscientes de nuestra historia en común de todo lo que nos había inducido a alejarnos el uno del otro (cuando vives en pareja por mucho que la ames siempre hay "tonterías"  " malos entendidos" que a la larga crean un alejamiento).

Fuimos capaces de hablar con el corazón, de mirarnos a los ojos, quedar en paz el uno con el otro y ver llegar a la parca, cada día un poco mas cerca, pero,con alegría y amor.

Enfrentarse a la muerte quizás es la prueba suprema del ser humano, sobre todo si es la tuya y yo por suerte o desgracia he sido por dos veces testigo de este proceso, mi primer marido también falleció por enfermedad.

Y me considero un ser afortunado por haber compartido en los dos casos, su voluntad de vivir, la aceptación de lo que les había tocado vivir y la entereza con que se rindieron a su destino, sin lamentaciones ni compadecerse de si mismos.

AN´ANASHA al Universo por colocar a mi lado a estos grandes maestros.


Llegó con tres heridas:

la del amor,
la de la muerte,
la de la vida.



Con tres heridas viene:
la de la vida,
la del amor,
la de la muerte.



Con tres heridas yo:
la de la vida,
la de la muerte,
la del amor.

Miguel Hernández