9 de enero de 2008

El instante Santo


Yo me encuentro dentro del instante santo tan claramente como tú quieres que lo esté.

Y el tiempo que tardes en aprender a aceptarme, sera el mismo tiempo que tardaras en hacer tuyo el instante santo.

Te exhorto a que hagas que el instante santo pase a ser tuyo de inmediato, pues liberar la mente del anfitrión de Dios de la pequeñez no depende del tiempo, sino de la buena voluntad que se tenga para ello.

C: 15:5


No hay comentarios: