pintada está mi casa
del color de las grandes
pasiones y desgracias.
Regresará del llanto
adonde fue llevada
con su desierta mesa,
con su ruinosa cama.
Florecerán los besos
sobre las almohadas.
Y en torno de los cuerpos
elevará la sábana
su intensa enredadera
nocturna, perfumada.
El odio se amortigua
detrás de la ventana.
Será la garra suave.
Dejadme la esperanza.
Pintada, no vacía:
pintada está mi casa.
(Miguel Hernandez / Joan Manuel Serrat)
2 comentarios:
Gran poema, por su simplicidad y a la vez profundidad. Gracias por compartirlo.
Gracias por por la visita.
Publicar un comentario